La furgoneta la dejamos en un aparcamiento a unos 4 km pasando el refugio Stavros, al que se accede desde Litochoro y se encuentra a mano derecha de la carretera.

Empezamos a subir temprano por el tema del calor y para no ir con prisas, poder pararnos de vez en cuando y echar un vistazo alrededor. Pero cuando llegamos a los  1800 metros de calor nada, empezó a caer la niebla y la sudadera que llevábamos en la mochila nos vino de perlas.

El camino hasta el refugio A situado a unos 2100 metros es precioso, atraviesas sauces, abetos, pinos … y si subes tranquilo, disfrutando de tu entorno es bastante posible que veas ardillas, pájaros carpinteros, águilas o alguna otra de las muchas especies que allí habitan.

Más tarde, tras 2 horas, cuando llegamos a los 2100 metros nos encontramos con una hamaca y un columpio alrededor del refugio que nos pedían a gritos que nos quedásemos con ellos. Y ahí se acabó el ascenso, entre la niebla, nuestro cansancio, lo bien que se estaba en el columpio y la certeza de que a Grecia íbamos a volver….decidimos dejar los últimos 800 metros para la próxima vez.

El precio de los refugios es de unos 13€. Es aconsejable reservar durante los fines de semana y no tan necesario entre semana.

Ya de camino de vuelta bajando hacia Litochoro y pasado el refugio Stavros encontramos nuestro rincón para dormir, un precioso mirador con vistas al mar.