Cascadas del Cantal
[Mega] Guía Las Cascadas del Cantal en furgoneta
Francia en Furgoneta
Pasado el invierno, el blanco que cubre el “País verde” deja al descubierto los bosques, las praderas y cientos de caminos y senderos por los que perderse. O quizás por los que encontrarse.
El Cantal es el volcán más grande de Europa, y parece que los 2.700 km2 que abarca se han cubierto de lluvia la semana que hemos decidido recorrer sus cascadas 😅
El deshielo y la lluvia han dado paso no solo a caminos embarrados, sino a sendas vacías de gente y cascadas llenas de agua. Quizás la poca afluencia de gente haya hecho posible que de camino a las cascadas nos encontrásemos con ciervos, nutrias, zorros e infinidad de águilas reales.
Este departamento de la región francesa de Auvernia tiene mil rincones para pasar la noche con la furgoneta, lo que ha hecho muy sencillo disfrutar de “Las Cascadas del Cantal”.
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El itinerario lo comenzamos en Murat, pasando la primera noche junto al cementerio de la iglesia de Bredons, con bonitas vistas sobre el pueblo, sin ruidos y bien limpitos, ya que en el camping municipal del pueblo nos dejaron ducharnos gratis.
Desde aquí ponemos rumbo a “Les Cascades”, 3 de las 10 cascadas que nos quedan por descubrir; Prés Long, Vergnes y Prapsou . Las casi 3 horas de ruta circular que nos llevan a ellas comienzan nada más cruzar el pueblo de Albipierre.
Tras pasar la noche en lo alto de un camino con vistas sobre Albipierre, al comienzo de la ruta de Las Cascades, partimos hacia la Cascada Moulin de Chambeuil, quizás una de las más bonitas. El recorrido es cuesta arriba pero muy corto, un sendero en el bosque que te lleva hasta los pies de varios saltos de agua. No más de 40 minutos que bien merecen la pena. Comienza en el pueblo de Chambeuil. En el parking se puede pasar la noche, tranquilo y bajo los árboles.
La siguiente es la Cascada de la Roucole y Pas de Cere. Se puede aparcar a escasos metros de la cascada, en un área de servicio, pero lo realmente bonito es continuar por las Gargantas de Pas de Cere, un sendero a lo largo del río entre paredes escarpadas de más de 30 metros. El recorrido se puede continuar hasta el pueblo de Vic sur Cére, nosotros tardamos 3 horas ida y vuelta.
Después de la bonita y solitaria caminata en Las Gorges du Pas de Cere, nos animamos a llegar hasta la Cascada du Trou de la Conche. El camino sale desde Vic sur Cére, (donde ya habíamos llegado andando) justo detrás de la iglesia. En 15 minutos encontramos la cascada, una brecha desde donde sale el agua que baja del arroyo de Iraliot. Se puede dormir en una zona gratuita para caravanas, cerca de un supermercado y con buen acceso para ver el pueblo.
Ya que todas las cascadas están muy cerca una de la otra y el paisaje hace las distancias incluso más cortas decidimos ir en busca de la Cascada de Failltoux. 15 minutos caminando entre vacas y toros, que en algún tramo te hacen pensarte si deberías dar un rodeo un poco más largo, te llevan frente a una caída de casi 41 metros, lo que hace de esta una de las más altas del Cantal. Nosotros pasamos la noche a las puertas del camino, con unas vistas preciosas sobre el valle. Para llegar debemos conducir hasta el cementerio de Thiézac, y una vez aquí, continuar dirección Lasmolineries. 1 kilómetro después del pueblo vemos la señal.
Cascada des Veyrines, es una zona arqueológica donde la cascada y sus alrededores se cubren de nieve y hielo en los meses de invierno. Está situada entre “Les Prades” y “le buron des estives”, muy fácil de ver, a escasos metros de un aparcamiento junto a la carretera.
Por la carretera de camino a la Cascada de la Terrise vemos decenas de Aguilas Reales, que emprenden el vuelo junto a la furgoneta, dejándose ver muy de cerca. El paseo de nuevo es corto y bonito, entre árboles y por un sendero estrecho al final del cual está La Terrise, una pared de 20 metros formada por rocas con formas rectas. Cruzamos el pueblo de Pradiers dirección La Ferme de Cézallie, y poco después veremos una señal roja que indica el camino a seguir.
Las 3 últimas cascadas las vemos en 1 solo día, los senderos parten de pueblos diminutos y el acceso es muy sencillo. En solo 15 minutos caminando llegamos a la Cascada de Montval, un bonito paseo a orillas del río. La furgoneta se puede dejar en Courbières junto al camino que desciende hacia la ruta.
El último paseo entre cascadas es similar al resto, tranquilo, bonito, entre naturaleza, animales y acompañados de la lluvia que nos sigue a todas partes. Para llegar a la Cascada du Saillant debemos conducir hasta la parte más alta de Le Saillant, rápidamente veremos el agua cayendo desde un puente de piedra y la señalización. Después de saltar una pequeña verja que sirve para que los animales no salgan a la carretera, solo tendremos que caminar 10 minutos hasta el salto de agua.